LA ALIANZA
ACTIVIDAD
1: EVOQUEMOS NUESTRA EXPERIENCIA
Desde muy antiguo,
los hombres se han unido por medio de pactos y alianzas. Cuando Dios quiso
explicar a los hombres el modo como él se relaciona con ellos, recurrió a esta
experiencia. Con el tiempo, la imagen se fue enriqueciendo y los hombres
llegaron a comprender que la alianza de Dios con su pueblo era algo más profundo
y rico que las experiencias hechas por los hombres.
1.
¿Alguna vez has
hecho un pacto? ¿Cuál fue el compromiso de ambas partes?
2.
¿Cumpliste o has
cumplido con tu compromiso?
3.
¿Cuál crees que
fue el pacto de Dios con su pueblo?
4.
¿El pueblo de
Israel fue fiel a esa alianza? Explica
ACTIVIDAD 2: RESUME EN TU CUADERNO
Los textos que
siguen recogen la experiencia de Israel y nos sirven de punto de referencia
para conocer el sentido de nuestra propia experiencia.
1. La alianza de Dios con su pueblo
Ex 19,3-8. Dios
tiene la iniciativa. Es él quien propone la alianza y los términos de la misma.
El pueblo aceptó la proposición que Dios le hizo y se convirtió en el pueblo de
Dios. En el Sinaí, el pueblo libertado entró en alianza con Yavé, y así fue
como el culto de Yavé vino a ser su religión nacional. Evidentemente, la
alianza en cuestión no es un pacto entre iguales; es análoga a los tratados de
vasallaje: Yavé decide con soberana libertad otorgar su alianza a Israel y él
mismo dicta sus condiciones.
Ya en la visión de
la zarza que ardía reveló Yavé a un mismo tiempo a Moisés su nombre y su
designio para con Israel: quiere libertar a Israel de Egipto para asentarlo en
la tierra de Canaán (Ex 3,7-10.16s), pues Israel es "su pueblo"
(3,10), al que quiere dar la tierra prometida a sus padres (cf. Gén 12,7;
13,15). Esto supone ya que por parte de Dios es Israel objeto de elección y
depositario de una promesa.
2. Las condiciones de la alianza
Ex 20,1-21. La
alianza implicaba unas condiciones. La Ley no era sino un modo de vivir de
acuerdo con la alianza aceptada. Si el pueblo era fiel, Dios mantendría su
promesa.
La primera condición
concierne al culto del único Yavé y la proscripción de la idolatría (Ex 20,3ss;
Dt 5,7ss). De aquí se desprende inmediatamente la repulsa de toda alianza con
las naciones paganas (cf. Ex 23,24; 34,12-16). Pero también se sigue que Israel
deberá aceptar todas las voluntades divinas.
3. La infidelidad a la alianza.
Ez 36,22-32. Pero el
pueblo no fue fiel y sufrió las consecuencias. A consecuencia de la infidelidad
de Israel (Jer 22,9), el antiguo pacto queda roto (Jer 31,32), como un
matrimonio que se deshace a causa de los adulterios de la esposa (Os 2,4; Ez
16,15-43). Dios no ha tomado la iniciativa de esta ruptura, pero saca las
consecuencias de ella: Israel sufrirá en su historia el justo castigo de su
infidelidad; tal será el sentido de sus pruebas nacionales: ruina de Jerusalén,
cautividad, dispersión.
En medio del
desastre, los profetas anunciaron una alianza nueva y definitiva y un nuevo
modo de vivir. Habrá, pues, al final de los tiempos, una alianza nueva. Oseas
la evoca bajo los rasgos de nuevos esponsales que comportarán a la esposa amor,
justicia, fidelidad, conocimiento de Dios, y que restablecerán la paz entre el
hombre y la creación entera (Os 2,20-24). Jeremías precisa que entonces serán
cambiados los corazones humanos, puesto que se inscribirá en ellos la ley de
Dios (Jer 31,33s; 32,37-41). Ezequiel anuncia la conclusión de una alianza
eterna, de una alianza de paz (Ez 6,26), que renovará la del Sinaí (Ez 16,60) y
la de David (34,23s), y que comportará el cambio de los corazones y el don del
Espíritu divino (36,36ss).
ACTIVIDAD 4: SINTETIZA LO APRENDIDO
1.
¿Cuál es la
importancia de la alianza de Dios con el pueblo de Israel?
2.
¿En qué consistió
esa alianza?
3.
¿Cuáles son las
condiciones de esa alianza?
4.
¿Cuáles son las
consecuencias de la infidelidad de Israel?
5.
¿En qué consistió
la nueva alianza?
ACTIVIDAD 4: APLICA LO APRENDIDO
1.
Cuando analizamos
nuestra vida religiosa, ¿la vivimos como una relación gozosa con Dios o como
una relación de miedo o temor al castigo?
2.
Cuando
reaccionamos ante las culpas morales de los otros, ¿tratamos de salvar la norma
o la persona?
3.
¿Qué ha supuesto
para cada uno de nosotros el encuentro con estos textos? Es decir, ¿cuál ha
sido el descubrimiento de hoy?